El lujo global ha encontrado en Miami un nuevo punto de encuentro con la llegada de Harrods Interior Design a The Residences at Mandarin Oriental. Esta colaboración inédita marca la primera incursión residencial de la renombrada casa Harrods en Estados Unidos, uniendo la elegancia británica centenaria con el estilo de vida sofisticado de Miami. El proyecto, desarrollado por Swire Properties en Brickell Key, no solo elevará los estándares de diseño de interiores en la ciudad, sino que representa un hito en el mercado inmobiliario de ultra lujo, posicionando a Miami al nivel de destinos como Londres, Dubái o Hong Kong en materia de residencias exclusivas.
La asociación entre Harrods Interior Design, Mandarin Oriental y Swire Properties conjuga tres marcas icónicas que suman más de 400 años de legado en el mundo del lujo y la excelencia. Harrods, famoso gran almacén londinense fundado en 1849, aporta su inigualable experiencia en diseño de interiores de alta gama, con un sello de artesanía personalizada y discreción que ha atendido a la realeza y élites globales. Mandarin Oriental, por su parte, es sinónimo de hospitalidad cinco estrellas a nivel mundial, mientras que Swire tiene un historial de desarrollo de proyectos emblemáticos en Miami (fue pionero en Brickell Key y Brickell City Centre). Esta alianza, materializada en The Residences at Mandarin Oriental, Miami, promete un nuevo estándar de diseño y servicio en el mercado inmobiliario de la ciudad.
Cada comprador de las residencias disfrutará de un servicio privilegiado y a medida: Harrods Interior Design ofrece una consulta de cortesía a todos los propietarios, y quienes contraten su servicio completo recibirán un paquete integral que abarca desde conceptualización personalizada, mobiliario hecho a medida, estilismo interior de alta factura, hasta instalación white-glove y gestión total del proyecto. En esencia, los residentes pueden lograr que sus hogares sean reflejo de la legendaria estética y calidad Harrods, beneficiándose de 175 años de excelencia en diseño interior que ahora se exporta a Miami. Este nivel de personalización y atención al detalle es algo sin precedentes en desarrollos residenciales locales, y aporta un valor agregado incalculable para los compradores más exigentes.
El corazón de esta colaboración es el extraordinario Knightsbridge Penthouse, denominado así en honor al barrio londinense hogar de Harrods. Se trata de una residencia completamente personalizable, situada en la torre sur, cuyo precio asciende a $50 millones. Con cerca de 7.965 pies cuadrados (740 m²) interiores, cuatro dormitorios y amplias terrazas que envuelven la unidad, el penthouse ofrece vistas panorámicas de la Bahía de Biscayne y el skyline de Miami. Incluye incluso una piscina privada al aire libre en la terraza – un santuario en el cielo que captura tanto el amanecer sobre la bahía como las luces urbanas al anochecer.
El diseño propuesto por Harrods Interior Design para este penthouse es un despliegue de materiales exquisitos y detalles artesanales en cada ambiente. Desde un candelabro de cristal de Murano hecho a medida que preside el vestíbulo de entrada, pasando por pisos de mármol Taj Mahal y piedra travertina ricamente veteada, hasta obras de arte y piezas decorativas especialmente comisionadas, cada elemento ha sido curado para reflejar una elegancia atemporal. Un ejemplo notable es la piscina decorativa interior, revestida con un mosaico metálico diseñado por la artista francesa Mathilde Jonquiere, que añade un toque de arte contemporáneo al espacio.
El Penthouse Knightsbridge también incluye un ala de bienestar privada digna de un spa cinco estrellas. Los planos contemplan un gimnasio completo equipado con aparatos de alta gama (destacando pesas con cristales Swarovski), una piscina de entrenamiento con ducha al aire libre suspendida a 240 metros de altura, sauna con muros de sal del Himalaya y salas de masaje. La suite principal, inspirada en la estética náutica de un yate de lujo, contará con terraza privada, vestidores “él y ella” y un baño principal orientado hacia el agua, con una impresionante bañera exenta con vista al horizonte. En suma, el penthouse ofrece una experiencia residencial que fusiona la opulencia clásica con comodidades modernas, elevando la noción de vivir en lujo.
Más allá del penthouse, la impronta de Harrods Interior Design se deja sentir en el concepto general de las residencias. El proyecto comprende dos torres: la Torre Sur (exclusivamente residencial, 228 unidades) y la Torre Norte, que albergará un nuevo hotel Mandarin Oriental (121 habitaciones) junto con 70 residencias privadas y 28 residencias hoteleras. En la Torre Sur, todas las residencias podrán beneficiarse de la experiencia Harrods en distintos grados, integrando detalles de acabado, materiales y opciones de decoración sugeridas por sus diseñadores.
Para lograr este resultado, Harrods se une a un equipo estelar de diseño en el proyecto, que incluye a los reconocidos arquitectos de interiores Tristan Auer y Laura Gonzalez – ambos honrados en la prestigiosa lista AD100. La sinergia creativa entre estos talentos produce espacios que combinan lo mejor del diseño contemporáneo internacional con un toque local de Miami (colores inspirados en el mar y el cielo de Florida, vegetación tropical integrada en áreas comunes, etc.). El resultado esperado es una estética refinada y cosmopolita, donde la tradición y la innovación conviven armoniosamente. Como señaló Letitia Fitzgibbon, jefa del estudio de diseño de Harrods, “no se ha dejado ningún detalle al azar, desde la paleta de piedras naturales talladas a mano hasta el elevador privado de vidrio con vista a la bahía”. Cada residencia será un testimonio de craftsmanship elevado a su máxima expresión.
La llegada de Harrods Interior Design a Miami refleja y a la vez refuerza la condición de la ciudad como destino de los ultra-ricos y capital del lujo en las Américas. En años recientes, Miami ha escalado posiciones entre los mercados mundiales de propiedades prime, situándose en 2023 como la ciudad con mayor crecimiento de riqueza inmobiliaria de lujo en Estados Unidos. Desarrollos como The Residences at Mandarin Oriental – con precios que comienzan en $4.9 millones y ventas que ya superan los $1.000 millones incluso antes de terminar la construcción – ilustran la robusta demanda de residencias exclusivas. El hecho de que la Torre Sur esté ya vendida en más de un 50% a varios años de su entrega prevista en 2030 demuestra la confianza de compradores de alto poder adquisitivo en el futuro de Miami.
Esta colaboración también eleva el listón de la oferta residencial local. Tradicionalmente, la firma de interiorismo de Harrods había operado principalmente en proyectos a la medida para clientes en Londres y Medio Oriente. Que escojan a Miami para su debut residencial en Occidente es un voto de confianza en la ciudad. Supone además un atractivo adicional para el mercado latinoamericano y europeo: muchos compradores internacionales se sentirán identificados con la marca Harrods y verán en estas residencias una extensión de ese estilo de vida lujoso y cosmopolita que la marca representa. En efecto, combina “la herencia del refinamiento británico con el legendario servicio de Mandarin Oriental y la experiencia de desarrollo de Swire” para crear uno de los conceptos residenciales más ambiciosos del país.
Por último, la transformación urbana es destacable. Brickell Key, isla privada donde se levanta el proyecto, culminará con este desarrollo cuatro décadas de planificación por parte de Swire – significando “la última oportunidad de adquirir una vivienda nueva en la isla”. La incorporación de un proyecto de tal calibre (dos torres de diseño singular, jardines colgantes, servicios hoteleros) consolidará a Brickell Key como un enclave de lujo discreto en medio de la vibrante ciudad. Asimismo, obligará a otros desarrolladores locales a innovar y buscar colaboraciones con marcas globales si quieren competir en el segmento más alto del mercado. En conclusión, Harrods Interior Design en The Residences at Mandarin Oriental, Miami no solo entrega residencias excepcionales a sus propietarios, sino que también deja una marca indeleble en la evolución del lujo residencial de Miami, posicionando a la ciudad a la vanguardia de las tendencias inmobiliarias de prestigio mundial.